Escandinavia

Hace tiempo que no era visto como una amenaza potencial. Algo así como los ojos de un gato negro dentro de una penumbra, deslumbrantes por un segundo… Daño cerebral, sigo viendo, con movimientos elípticos. No distingo, pues me encuentro con un White Car, de frente. No me pasa nada, después de todo soy un gigante del Jötunheim.

In the Sky

Fragmento:
…Siempre no considero la opcion de un error. Eso es prácticamente un gran error al cometer, es totalmente imposible no desarrollarlo, y a la vez que vivo, comparto, exijo el anti-error, no tanto para mí sino para mi gente. Un tanto estúpida, de por ser sí. Podría ser algo de egoísmo, como dice mi conciencia Lain, o talvez sólo una forma natural del ser, como me lo menciono la cigarra Kyon. Pero aún así, son constancias no muy alejadas de mi pequeña dimensión.
Sigo en la duda, e intento ver mi brújula Ada envuelta en una servilleta, pero observo que simplemente permanece en silencio, ahora, que se sienten tiempos de tormenta en este mar salvaje que es el cielo…

Diario de un navegador de cielos. Kurazerox.

Un golpe bajo

Sin comprender y escuchando una pequeña sinfonía, siento un gran dolor, creo que es simplemente un pequeño golpe en mi subconsciente. Mientras sin extraviarme dentro del espacio, comienzo a comprender la sinfonía, me doy cuenta que es muy hermosa, con rasgos externos muy rebuscados, se podría decir que impugna exteriormente, pero luego, es emocionante, creo que me gusta. Comienzo a inclinarme sobre ella, sintiendo su pequeño calor, mientras me mezclo más aún en ella, no puedo detenerme. He caído en un estado máximo de lujuria, se que debo detener la sinfonía, pero no quiero. Mis ojos explotarán. Es demasiado para mi pequeño ser.
De repente, vuelvo en si. A mi pequeño ser, pero triste. Me punzó. Pero fue un gran viaje. Fue como salir de la penumbra a la luz, excitante, tierna sensación, al romper mi caja de cartón.
Creo que los quiero, por muy sobre todas formas…




Algo triste, Kurazerox.

Creo

Sin siquiera poder ser visto delante de toda esta multitud, siento un gran odio, algo infinitamente repugnante. Tengo un cansancio, mientras observo hacia el infinito cielo, no puedo pensar, tampoco actuar. Es como si tan solo fuese una simple masa en todo un mundo, mundo sin control, dominado por el negocio de la muerte y religión, sigo intentando ver. Con las manos atadas, intento opacar mi sentido, una esencia, hasta que no puedo más, el contenedor explotará, desencadenando una explosión con aire decadente que quizás envuelva todo un mundo. Pero observo, y concluyo, sin más ser solo un pequeño punto en este universo.

Alone, Kurazerox.

Teoría del todo

Tanto una palabra, puede ser un gran contenedor
para un pensamiento, y es así como este gran contenedor, nos involucra, pero no de una forma perfecta, no de un todo, pero si de un parte. Pero si fusionamos el contenedor con otras estructuras, podríamos tener un vasto contenido, dígase palabras, pensamientos, imágenes, sentimientos, pero no siempre contendremos al todo de este gran universo. Me faltarían contenedores para incluir todo, y resulta que ando corto de contenedores, al igual que muchos de vosotros.

Para el kyon. Aquí, Kurazerox.

El ataque de las bestias feroces: 00

En algún lugar de la ciudad:
…He despertado, sin saber donde estoy. Miro a mí alrededor, parece una especie de ciudad algo antigua. Realizando una pequeña vista panorámica me doy cuenta que muy cerca de la ciudad hay una especie de jungla.
Me levanto, difícilmente. Miro mi reloj, y quedo anonadado. Resulta que me indica que estoy cien años más adelantado de lo que debería estar, pero ¿Cómo es esto? O.o, ¡¡no puede ser!! Para comprobar esto, recorro la ciudad, en busca de algo o alguien quien me ayude. A lo lejos veo unas criaturas, me parece que son gentes, me acercaré a ellos.
Efectivamente, eran gentes, pero eran gentes muy peculiares, actuaban raro, yo les hablaba pero no me tomaban en cuenta, los golpeaba y no me percibían, me pregunté “¿Qué chucha?”
Decidí seguir avanzando, mientras contenía mi calma, haber si encontraba a alguien quien me pudiera responder a mis tantas interrogantes… pero sin más, apareció una chica que me tomó del brazo y me arrastró. Mientras corríamos me pregunto:” ¡¡ ¿Qué mierda haces aquí?!! ¡¡ ¿Cómo eres tan despreocupado?!! Los nazcos te pueden encontrar fácilmente y te silenciaran. ¡¡Tonto weon!!”

… Corrimos, solo atine a seguirla. Y aquí estoy de nuevo. Anonadado.
Ella me llevó a la jungla, donde tenía una especie de escondite entre unos árboles. Ahí, me dijo que guardara silencio un instante. Espere, esperé, hasta que mi intriga me carcomía la carne. Pregunté:” ¿quién eres tu?”
“Me parece que ya estamos a salvo. Por ahora. Soy Azka. Tú debes ser Zerox. Te he estado buscando.”
Pienso: emm, ¿qué mierda? Nunca he visto a esta. Digo:”pero ¿Qué sucede, por qué me esperabas? No entiendo u.u
Dice:” tú fuiste invocado, por medio de un conflicto dimensional mental. Te has trasladado cien años a tu era”
“Ahh, dale, piola, ¡¡¡¡¿¿¿Qué weaa???!!!!”
“Eso, ahora serás mi compañero, tendrás que ayudarme a resolver el conflicto dimensional de ‘Kura’, nuestro contenedor, nuestro mundo”.
En ese estado de paz, irrumpe una luz, desde lo lejano. Iluminando la noche de naranjo…apoyada de gritos y estruendos, ruidos no humanos, que al parecer se acercaban rápidamente.
Azka:”Cuidado, vienen, los nazcos, guarda silencio y quédate quieto”.
Le hice caso, pero mi curiosidad me mataba, decidí hechar un vistazo a lo que venía. Pero entre luz, vi una especie de cola, con escamas, bigotes, garras y colmillos, estaba volando…y se acercaba rápidamente hacia mí...

En la ilustración, Azka. Por Lain, que se ha aburrido de su nombre.
En construccion, Kurazerox.

Hace un buen tiempo…

Una mujer estaba caminando bajo la lluvia mientras cantaba muy fuerte, gritaba muy alto, sin vergüenza a que alguien la descubriera, sin temor a que le reprimieran todos esos sentimientos maximizados en aquella canción. Luego de unas cuadras, vi como esa mujer, empapada, sin importar lo que otros pensaran de ella, en un estado pasivo de locura y libertad, se vio atrapada por unos fiscalizadores. Estos descubrieron que ella estaba sintiendo, desarrollando sentimientos, algo extremadamente prohibido para la ciudad de Abkans. Sin dudar sobre lo que la mujer estaba haciendo, los fiscalizadores comenzaron a agredirla, la sometieron, y la arrestaron, por la pena máxima que era el sentir.
En el instante que la condenaron a su pena de muerte, ella estaba tranquila, feliz, pues seguía sintiendo, algo que los fiscalizadores jamás le podrán arrebatar.

Se viene la historia de las bestias salvajes, Kurazerox.